El uranio es uno de los recursos más importantes para el desarrollo energético y tecnológico de Argentina. Su aprovechamiento está directamente vinculado al Plan Nuclear Argentino, que busca asegurar la autonomía energética del país a través del dominio completo del ciclo del combustible nuclear.
La gestión de este mineral está a cargo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) junto con la Secretaría de Minería de la Nación.

⛏️ Recursos y proyectos mineros
Argentina posee 34.250 toneladas de recursos estimados de uranio (tU), distribuidos principalmente en provincias como Mendoza, Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Salta.
Aunque no hay minas activas desde fines de los años noventa, existe un creciente interés internacional por el uranio argentino debido al rol de la energía nuclear como fuente limpia, estable y de bajas emisiones de carbono.
Los recursos identificados al 2016 ya nos indicaban la existencia de mineral de uranio en seis yacimientos que sumaban más de 31.000 tU.
Entre los proyectos exploratorios más conocidos se destacan:

⚙️ Producción nacional entre 1950 y 1997
El primer depósito de uranio en la Argentina fue descubierto en 1946 donde se establecieron las minas Soberanía e Independencia, ubicadas en la provincia de Mendoza.
Entre 1952 y 1997, Argentina produjo aproximadamente 2.600 toneladas de uranio (tU) en forma de diuranato de amonio, destinadas a cubrir la demanda interna.
En ese período funcionaron siete centros de producción y una planta piloto, que procesaron minerales provenientes de 13 depósitos de uranio distribuidos por todo el país.
La última instalación operativa fue el Complejo Minero Fabril San Rafael —actualmente conocido como Sierra Pintada—, cuya producción cesó en 1997.
Desde entonces, no se ha producido uranio en el país, ni de manera estatal ni privada, por lo que el abastecimiento depende íntegramente de importaciones.
🔭 Exploraciones actuales
Hoy en día, tanto la CNEA como empresas privadas impulsan proyectos de exploración en distintas regiones de Argentina.
Estos emprendimientos se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, que van desde el reconocimiento inicial hasta la exploración avanzada, con el objetivo de reactivar la producción nacional de uranio en el futuro cercano.

⚖️ Desafíos legales y perspectivas futuras
El principal obstáculo para reactivar la minería de uranio en Argentina son las restricciones provinciales que limitan la minería a cielo abierto o el uso de sustancias específicas en los procesos de extracción, especialmente en la Patagonia.
Superar estas limitaciones requerirá consenso social, diálogo federal y actualización normativa, garantizando altos estándares ambientales y de transparencia.
De lograrse, el país podría cerrar el ciclo nuclear completo, producir su propio combustible y fortalecer su posición como referente tecnológico y energético en América Latina.
📚 En resumen: el uranio es un recurso clave para la soberanía energética argentina. Aunque su producción está detenida, el país conserva la tecnología, los recursos y la experiencia para reactivarla, siempre que se logre un equilibrio entre el desarrollo, la legislación y el cuidado ambiental.
El uranio se convirtió en uno de los minerales necesarios para lograr una transición energética que permita la continuidad de la vida humana en nuestro planeta, amenazada por las emisiones de gases efecto invernadero.
Es decir, al mismo tiempo que cuidamos nuestra casa común, generamos nuevos empleos y nuevas empresas que potenciarán económica y socialmente la vida de los habitantes de las regiones que poseen el valorado mineral.