Una vez que se extrae el material de la mina, ya sea a cielo abierto o subterránea, es necesario separar el mineral útil del resto de la roca, que no tiene valor económico. A este proceso se lo llama beneficio o concentración del mineral, y existen distintas formas de hacerlo, según el tipo de mineral y sus propiedades.

Flotación
Este método se usa cuando el mineral está en forma de pequeñas partículas y no se puede separar a simple vista. La roca se tritura, se mezcla con agua y se agregan productos que hacen que ciertos minerales se peguen a burbujas de aire. Esas burbujas suben a la superficie y arrastran el mineral, separándolo del resto. 🫧
Este método se utiliza, por ejemplo, para minerales de cobre, plomo, zinc o molibdeno.
Separación magnética
Algunos minerales tienen propiedades magnéticas, como el hierro. En estos casos, se utiliza un campo magnético que atrae el mineral y deja pasar el resto de la roca. 🧲
Es un método simple y económico, pero solo sirve para ciertos minerales, como la magnetita.
Concentración por gravedad
Este método se basa en la diferencia de peso entre el mineral y la roca. Se hace pasar el material por agua u otro medio, y el mineral más pesado se separa y se hunde, mientras que la roca más liviana flota o se elimina. ⚖️
Se usa especialmente para minerales pesados como el oro, el estaño o los diamantes.
Lixiviación
En este caso, el mineral se separa usando una solución líquida especial, que se filtra entre las rocas y disuelve el mineral. Luego, ese líquido se recoge y se procesa para extraer el metal. 💧
Es muy común en la extracción de oro, cobre, uranio o litio, sobre todo cuando el mineral está en baja concentración.
Amalgamación (en desuso)
Este método fue muy usado en el pasado para extraer oro, pero hoy ya no se permite porque contaminaba el ambiente. Consistía en mezclar el mineral con mercurio para formar una masa que luego se calentaba para separar el oro. ☣️ Por su impacto en la salud y en la naturaleza, está prohibido en la minería moderna.